Rafael Muñoz; el Dictador del Ritmo

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Un día en 1934, Rafael Muñoz estaba tocando el bajo con su primera agrupación, cuando dos ejecutivos se le acercaron para ofrecerle trabajo. Le propusieron dirigir la orquesta del local de baile más popular en Puerto Rico.

Este mes conmemoramos el cumpleaños 120 de este versátil músico y legendario director de orquesta.

Director de Orquesta por Necesidad

La década de 1920 fue buena para Rafael Muñoz. Comenzó a tocar con la reconocida orquesta de Augusto Rodriguez Amadeo, simultáneamente comenzó y terminó sus estudios universitarios en pedagogía, y finalmente conoció y se casó con la hija de Don Augusto. En la orquesta de Rodriguez Amadeo hizo amistad con un talentoso trompetista, apenas adolescente, llamado Cesar Concepción.

Pero cuando comenzó la Gran Depresión de los 1930’s, las cosas cambiaron. El trabajo de la orquesta de Augusto Rodriguez comenzó a disminuir. Rafael quien ya esperaba su primer hijo, y con la ayuda de su diploma universitario, pudo conseguir un trabajo suplementario manejando una sala de cine. Ya conocía un poco ese negocio ya que cuando era adolescente toco con una banda que, entre otras cosas, tocaba en cines para hacer el sonido de las películas silentes. Cuando ya el cine cerro, no le quedo mas remedio que irse de chofer de autobuses.

Hasta que llego el día en 1932 que Don Augusto le informo a sus músicos que terminaba su orquesta. Ya casi no tocaban y los trabajos suplementarios de los músicos, aquellos que pudieron conseguir uno, regularmente confligían con la orquesta.

Con su esposa Carmen esperando su segundo hijo, Rafael Muñoz decidió tomar el destino en sus manos. No era de los que se sentaban a lamentarse o a esperar a que las cosas mejoraran. Habló con músicos que respetaba y estaban sin trabajo, y formó su propia orquesta. Contrato a Johnny Rodriguez (hermano mayor de Tito Rodriguez, y quien años después se convertiría en ídolo de la música latina) como su cantante.

Y un día, tocando con su orquesta, resultó estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Rafael Muñoz y su Orquesta en el Escambron Beach Club

En medio de la Gran Depresión, también había se vivía una inestabilidad social en donde habían muchas protestas contra las políticas del gobernador Blanton Winship, asignado a Puerto Rico por el presidente Franklin Delano Roosevelt. Las huelgas protestando los salarios miserables abundaban. La más importante fué la de los trabajadores de la caña, industria vital para la economía de la isla, donde los trabajadores se fueron a la huelga liderados por el abogado Pedro Albizu Campos.

Rafael Muñoz gustosamente aceptó la oferta de los dueños del Escambrón Beach Club para dirigir la orquesta del salón de actividades.

Muñoz resultó ser un gran director de orquesta. Logró reclutar músicos excelentes, y compilar un repertorio de éxitos el cual plasmó en varias grabaciones. Su orquesta se convirtió en uno de los grupos musicales más reconocidos de las décadas desde 1930 hasta finales de la década de 1950.

Por la su orquesta pasaron los cantantes José Luis Moneró y Felix Castrillón, y músicos de la talla de del trompetista Juancito Torres, y el violinista Pablo Elvira.

Rafael Muñoz; el Dictador del Ritmo

La época de oro de la orquesta de Rafael Muñoz fueron sus ocho años de estadía en el Escambrón Beach Club. Su estadía en el famoso club de San Juan terminó repentinamente cuando agarró sus cosas, incluyendo todos los arreglos, y se marchó a Nueva York.

Allá formó y dirigió su orquesta, la cual amenizó en La Bamba Room y el Tropicana Club en el Bronx. Durante esa época, pasó por sus filas un juvenil pianista llamado Charlie Palmieri.

Rafael Muñoz regresó a Puerto Rico donde fue contratado para dirigir la orquesta de un programa del nuevo medio de televisión, y en 1959 trabajó en el recientemente inaugurado Hotel La Concha.

Siempre se le recordará porque su música seguía un ritmo preciso. Por esto y por la gran popularidad que alcanzó su orquesta durante su estadía en el Escambrón Beach Club, se ganó el apodo de «El Dictador del Ritmo y la Síncopa».

Feliz cumpleaños maestro!